TEMA V - CÓMO ESTUDIAR EL PASAJE
Un liderato, para que sea efectivo, necesita una preparación cuidadosa porque de la manera que tú respondas al pasaje, así lo hará el grupo entero. Con mucha oración considera el tiempo del que debes disponer para la preparación. Luego, decide cuánto tiempo debes pasar de:
1.- Oración
2.- Estudio
3.- Preparación para dirigirlo.
Deja aproximadamente un tercio del tiempo para el estudio detenido; un tercio de ferviente oración por una aplicación específica del pasaje a tu vida y a la de los miembros del grupo; y un tercio para la preparación de la discusión (ver tema VI).
Quizás descubras que tus ideas más profundas sobre el significado del pasaje y su aplicación a la vida, vienen no al estudiar, sino al orar. El tiempo que se pasa preparando la discusión no es tiempo perdido en mecánica. Si tus preguntas a discutir están bien preparadas y bien ordenadas, las ideas personales pueden multiplicarse muchas veces por las contribuciones de los miembros del grupo. Así que, distribuye tu tiempo con cuidado y esfuérzate para mantener el equilibrio.
Ora:
Querrás buscar la dirección divina antes de comenzar el tiempo de estudio. Ora por un espíritu de quietud y receptividad delante de Dios, que el Espíritu Santo te guíe a la verdad a través de este estudio, y que no te encuentres detenido por muchas "verdades" o muchos detalles y no puedas apreciar las cosas más importantes con claridad.
Quizás desees usar porciones del Salmo 19 o 119 para guiar tu oración.
Durante tu estudio personal, puedes descubrir que la oración espontáneamente se mezcla con tus reflexiones en el pasaje. Pero alguna vez durante la preparación, quizás cuando el propósito y los puntos principales estén claros (o cuando te sientas frustrado porque no lo estén) querrás separar un tiempo adecuado para orar específicamente por algo.
Estudia: observa (¿Qué es lo que dice?)
El propósito de cualquier estudio bíblico es impulsar obediencia a Dios. El primer paso, por lo tanto, es descubrir lo que Dios ha dicho. Tus opiniones, ideas, o pensamientos sentimentales sugeridos vagamente por un versículo fuera del contexto, no tienen importancia. Descubre lo que los libros de la Biblia enseñan. Querrás tener relevancia, por supuesto. Pero enfrascarse en una acalorada consideración de una aplicación antes de que tú y el grupo hayan claramente comprendido un pasaje, es como correr a la portería antes de que te pasen el balón en un juego de fútbol -llegas a la portería sin aliento y excitado, pero no pudiste marcar el gol.
Hay tiempo para una aplicación rápida. El salmista sugiere el tiempo:
"Por el camino de tus mandamientos correré,
cuando ensanches mi corazón" Salmo 119:32
Si corres antes de haber comprendido el mensaje, puedes estar corriendo en los senderos de tus prejuicios más bien que en el camino de Cristo. Observa con mucho cuidado lo que dice la Palabra de Dios:
1. Lee rápidamente el pasaje. Mantén tu atención a los posibles temas principales que sirvan para unir el material.
2. Fíjate en el contexto en que el pasaje ocurre, una versión diferente, si es posible. Fíjate en las diferencias más significativas.
3. Relee con mucho cuidado, por lo menos, una versión diferente, si es posible. Fíjate en las diferencias más significativas.
4. Penetra en el pasaje con cuidado, no tanto dónde ocurren las principales divisiones de pensamiento. (Recuerda que las divisiones en versículos y capítulos son una ayuda. No te sientas atado por las divisiones del editor de tu Biblia) Observa el plan general o desarrollo del argumento.
5. Evalúa tu observación haciéndote estas preguntas básicas:
a. ¿Quiénes son los personajes?
1. ¿Qué referencias se hacen a las personas de la Trinidad?
- Títulos y nombre.
- Verbos que revelen el carácter de Dios.
- Adjetivos y frases descriptivas.
2. ¿Es importante para esta porción el carácter y la personalidad del autor? ¿Qué aprendemos de él?
3. ¿Se mencionan seres sobrenaturales? ¿Cómo se describen?
4. ¿Quiénes son los personajes humanos más importantes?
- Verbos, frases y adjetivos que los describen.
- Posible significado de sus nombres.
b. ¿Qué es lo que ocurre?
1. Los verbos son la clave de la acción del pasaje. Hazte una lista. ¿Hay repetición o un orden especial que sean significativos?
2. ¿Qué mandamientos se dan? ¿Por quién? ¿A quiénes?
3. ¿Qué promesas se dan? ¿Por quién? ¿A quiénes?
4. ¿Qué condiciones están -en el texto o en contexto- presentes?
5. ¿Qué costumbres locales se mencionan?
c. ¿Dónde ocurren los hechos?
1. ¿Puedes localizarlos en un mapa?
2. ¿Cuántos Km. hay de un lugar a otro?
3. ¿Cuánto tiempo habría llevado viajar de un lugar a otro en los tiempos bíblicos?
4. ¿Son los lugares famosos, u otros sucesos que ocurrieron allí? Cuando los lugares sean importantes y tengas tiempo, usa un atlas bíblico.
d. ¿Cuándo ocurren los hechos?
1. ¿Cuánto tiempo transcurre entre los hechos?
2. ¿Podemos descubrir algo de la mención de gobernadores, edad de los personajes, intervalos de tiempo, genealogías, etc.? Si comprendemos bien las diferencias culturales pueden ayudarnos a comprender estas observaciones sobre la época.
3. ¿Se da alguna pista sobre el fondo histórico, la situación nacional, etc.?
4. ¿Tiene importancia la estación del año?
5. ¿Qué otros datos de tiempo tienen relevancia? Por ejemplo, el intervalo de tiempo desde una crisis espiritual de un individuo.
e. ¿Por qué ocurren?
Frecuentemente esta pregunta lleva a la interpretación, pero por ahora observamos con cuidado cualquier razón que se sugiera en el texto.
1. ¿Quién ofrece una explicación.
2. ¿Cuáles son los efectos?
f. ¿Cómo ocurren los acontecimientos?
1. ¿Se describe algún proceso? ¿Cuáles son las etapas?
2. ¿Cuáles son los efectos?
6. Construye un esquema y/o un cuadro dando un título o una oración que resuma la unidad del pasaje. Trata de "descubrir" la estructura del mismo.
a. Conjunciones conectivas entre pensamientos; nota el uso de palabras como: y, pero, porque, por lo tanto, sin embargo, etc.
b. Contrastes en ideas, frases, o personas -ya sean enfatizadas o implicadas.
7. En una afirmación breve y simple escribe lo que te parece ser el propósito principal o lección del autor. ¿Debe este propósito ser el de tu estudio? La afirmación puede sonar común y trivial, pero ¿Es común sólo en teoría? ¿Lo es en la práctica? ¿Te das cuenta completamente de la profundidad e implicaciones de la verdad en el texto? Ten cuidado de no poner énfasis en los puntos menos trascendentes "y dejar lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe" (Mateo 23:23)
8. En este proceso de observación, cuando tratas de tener los hechos exactos, lo decisivo es la selectividad. Nunca podrás saber con certeza qué hechos pueden convertirse en importantes. Pero generalmente no tendrás tiempo para descubrir todos los hechos de un pasaje. Pídele a Dios que te guíe en la selección de las preguntas que sean más trascendentales.
Estudia: interpreta (¿Qué quiere decir?)
Después de una observación completa, la segunda etapa del estudio viene naturalmente y sin peligro de superficialidad. El propósito de interpretar es descubrir el significado del pasaje para los que fue escrito y revivir la situación.
La interpretación puede estructurarse en tres fases:
1. Definiciones
a. Significado de términos, frases y oraciones.
b. Sus equivalentes modernos.
c. Términos sorprendentes.
d. Figuras retóricas, metáfora, símil, juego de palabras, hipérbole. Usa un diccionario.
2. Relaciones
a. ¿Por qué se dice esta frase, palabra o idea?
b. ¿Por qué el autor lo dijo así?
c. ¿Cómo se relaciona esta idea con los otros pensamientos presentados en el pasaje?
3. Implicaciones
Después de descubrir el significado y la estructura de un pasaje, estás listo para considerar sus implicaciones.
a. Maneja las dificultades con sabiduría. El Dr. Oswald Smith, ha dicho:
"Cuando llegues a un problema en el estudio bíblico, trátalo como tratarías una espina al comer un pescado. Se saca y se sigue con el pescado. Después que hayas terminado el pescado, vuelve y junta las espinas."
b. Ten cuidado de no alegorizar. Especialmente el Antiguo Testamento, las narraciones a menudo proveen fácil adaptación a una persona imaginativa que esté buscando ilustraciones para sus doctrinas favoritas. Ten cuidado de lo que haces con las implicaciones del pasaje. No dejes que el gusto de ilustrar verdades familiares te impida descubrir la verdad fresca. Cada pasaje tiene su aprovechamiento particular. (2ª Timoteo 3:16)
Aplica: (¿Qué quiere decir para mí?
1. Suplica la enseñanza al Espíritu Santo. Cuando lees y piensas en la Biblia, ábrete al Espíritu Santo. Sé receptivo a su enseñanza. Cultiva una predisposición a escuchar. El Señor señaló la fuente divina de revelación:
"No te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre
que está en los cielos" (Mateo 16:17)
1ª Corintios 2:1-16 es claro en cuanto a que las profundas verdades de Dios no vienen por lo que ves, escuchas o imaginas. El Espíritu de Dios es el que te las comunica. Pídele a Dios una y otra vez, obrar en ti todo lo que El desea en una vida humana. Entonces puedes pedirle que lo haga en la vida de los otros miembros del grupo.
2. Aplica la enseñanza principal a tu vida. La Biblia es el criterio de la verdad. Lo que uno piensa, cree, confía, ama, odia y hace, debe ser guiado y controlado por las enseñanzas de este libro. Si ya conoces la enseñanza de cada pasaje, sabrás entonces lo que la Biblia enseña para cualquier persona bajo circunstancias similares y podrás guiar al grupo adecuadamente a pesar de que sus intereses sean diferentes a los tuyos.
Antes de abandonar un pasaje, debes preguntarte:
a. ¿Qué es ya parte de mi forma de pensar?
b. ¿Qué es nuevo para mí?
c. ¿Qué requiere un cambio de pensamiento? ¿Cómo puedo hacer ese cambio?
d. ¿Qué es ya parte de mi acción?
e. ¿Qué puede aplicarse inmediatamente a mi conducta?
f. ¿Es incorrecto lo que estoy haciendo?
g. ¿Qué acción debo tomar inmediatamente?
h. ¿Qué necesitaré en el futuro y en cuáles circunstancias? Guarda la referencia y la enseñanza en tu mente para el futuro:
"En mi corazón he guardado tus dichos
para no pecar contra ti" (Salmo 119:11)
Cuando sabes lo que hay en la Biblia, el Espíritu Santo, que es quien escribió la Biblia, puede decirte cualquier cosa que quiera en cualquier época o lugar.
Cuando exista algún punto que tenga mucho significado en tu vida, trátalo con cuidado y ponle mucha atención. Ora por ello y haz planes definidos para la acción que se necesita. Aplica tu voluntad.
"Pero sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores,
engañándoos a vosotros mismos" (Santiago 1:22)
Los cristianos que escogen vivir en sus propios caminos a pesar de que conocen la voluntad de Dios, viven en lucha y derrota y son de "doble ánimo e inconstantes en todos sus caminos". Su conocimiento bíblico, por completo que sea, no les sirve de nada. Sin embargo, el estudio bíblico alcanza su pleno significado, en la vida de aquellos que practican las cosas que aprenden.
3. Haz aplicaciones concretas meditando en las situaciones y relaciones muy concretas de la vida:
a. Actitudes y obediencia a Dios.
b. Actitudes hacia uno mismo.
c. Situaciones y relaciones en la vida familiar.
d. Trabajo diario, asociados, empleados, subordinados.
e. Enseñanza, prácticas y relaciones en el hogar, en la iglesia y en otras iglesias.
f. Papel como ciudadano en una nación: cuestiones nacionales, políticas, sociológicas y económicas.
g. Relaciones con otras naciones: política exterior y práctica, obra misionera, estudiantes extranjeros y recién llegados.
Si Jesucristo es "Señor de todo" ningún área queda exenta de la aplicación de su Palabra. Tu tarea como discípulo es aplicar toda la Escritura a toda la vida. (Mateo 28:18-20; 2ª Timoteo 3:16)